Querida Alejita:
Me alegra que te hayas ido al Perú porque desde allí has empezado una nueva etapa en nuestra relación tía-sobrina, la de escribirnos. Escribirse es algo mágico, porque te da tiempo para decir lo que sientes, para poner tus ideas en claro, para viajar un poquito hacia el corazón. Tu corazón es hermoso, está lleno de incertidumbres, como el corazón de todos los seres humanos. La verdad es que todos queremos que nos amen, que nos quieran, que nos brinden cariño y nos regalen un poquito de compañía. Somos seres solitarios, nacemos solos, morimos solos, deambulamos, buscamos, tratamos de darnos cobijo. Eso es la conversación, cobijo. Debes tratar de hablarle a las personas, de interesarte por los otros, de entenderlos, de elegir como tratarlos. Los otros son difíciles porque no importa lo que te digan o te hagan creer, los otros nunca serán exactamente como...