Tamaño de la letra Tamaño de la letra

Inolvidable divorcio



 



Querido e inolvidable divorcio:



            Quién diría que algún día te escribiría para agradecerte por la vida que me diste. Tú que fuiste el inicio del fin de un hogar, de una familia, de un sueño de unión infinita. Tú que buscaste separar, pero en realidad lograste unir, ¡sí! así como lo leíste, uniste. Uniste lo que parecía incapaz de unirse, uniste lo que separaste.



            Cierto es que separaste a mamá y papá, pero fue mejor así, porque fue después de ti que logré dormir tranquila, sin la expectativa de ¿cuál será el problema de esta noche?, si sería solo una discusión acalorada, acompañada de gritos, lágrimas y promesas que jamás se cumplirían, o si por otra parte serían discusiones acompañadas de golpes e insultos. Tú pusiste fin a esta situación agobiante e insoportable, separaste lo que no se entendía y uniste lo que se amaba. Fue por ti que la relación con mi hermano mejoró, nos hicimos fuertes juntos, y prometimos, en silencio, jamás separarnos ni tratarnos a gritos.



            Te estimo y aprecio por lo que hiciste en mi hogar, ¡sí! Aunque te parezca extraño, yo te aprecio. Tú me diste paz, me ayudaste a madurar y me hiciste fuerte. Fue por ti que aprendí a no decaer frente a nada. Aprendí que es mejor no ver siempre, a quien se ama, para valorarlo.



            Quizás viniste con intensiones oscuras de herirme, pero fallaste porque yo aprendí a amarte. Amé más a mi familia después de tu presencia. Después de tu llegada, mamá y papá lograron comunicarse sin golpes, gritos e ironías. Comencé a sonreír más y llorar menos, valoré cada minuto junto a papá. Gracias a ti fuimos más, antes de ti solo éramos 4 en una sola casa, pero luego de ti fuimos 3 cuando estábamos con papá y 3 cuando estábamos con mamá. Crecimos en número, poco después de tu funesta llegada, llegamos a ser 4 con papá. Llego mi hermano, NO hermanastro como muchos les gusta decir, sino mi hermano. Si no hubiera sido por ti jamás hubiera llegado a nuestras vidas, ese nene tan hermoso que le dio una nueva oportunidad a papá para ser mejor padre de lo que fue con nosotros.



            Hoy somos 4 con mamá y 4 con papá, porque aunque pocos lo entienden, mamá también ama al nuevo miembro de nuestra familia. Porque tú nos enseñaste que el amor no tiene límites, que lo que no se entiende se aleja, pero que la tolerancia y el amor une.



            Fuiste un gran maestro, tú nos enseñaste a conversar, a oír al otro, a mejorar nuestras fallas, a reír de los malos ratos, a surgir y jamás permitirnos quedar en el suelo luego de caer. Fue por ti que aprendí que no existen razones ni motivos que puedan arruinar y destruir nuestras vidas, que de todas las cosas que nos suceden tenemos algo que aprender. Juntos aprendimos que con lágrimas no se arreglan las cosas, que era bueno desahogarse, pero que debíamos levantarnos y continuar. Comprendí que aunque llegué a amarte no permitiría que llegaras de nuevo en mi vida futura. Aprendí que vale más la sinceridad que el silencio. Que es importante decir lo que se siente, buscando la mejor manera, sin herir al otro. Que una palabra puede lastimar, pero que el silencio puede matar un sueño.



            Enseñaste a mamá y papá que la mejor forma de comunicarse eran las palabras con suaves tonos, que el respeto por la opinión del otro era más poderoso que el tono agudo del grito más fuerte.



            Fuiste el mejor maestro de vida que he tenido, te amo y valoro. Aprecio el tiempo que dedicaste para hacerme fuerte y tolerante. Agradezco tu actitud desafiante con la que llegaste y lo que generaste en mi familia, porque si no hubiera sido por ti, quizás hoy fuéramos un triste disfraz de personas que aparentan ser lo que no son, cuyos corazones estuvieran muertos y las apariencias gobernaran sobre el respeto, la tolerancia y el amor.



            Te amo simplemente porque me regalaste una vida maravillosa. Te amo porque aún después de tu fatídica llegada sigo teniendo mi familia, no vivimos todos juntos, pero ya no se pelean, no se gritan, ni se maltratan. Lo que más te agradezco es que me permitieras recuperar la sonrisa que creí perdida.



            A pesar del gran amor que te tuve hoy te prohibo que vuelvas a mi vida, y separes lo que con tus enseñanzas yo logré unir, en lo que hoy llamo mi segunda oportunidad de familia dentro del mismo techo.



            Con profundo aprecio una amada más de tu inagotable existencia, Elizabeth



Publicado el 03/02/2013