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¿Por qué escribí esta carta?



¿Por qué tengo que ponerle fecha a esta carta si el amor no tiene horario ni fecha en el calendario?



¿Por qué tengo que dirigirte esta carta a ti o a Sandra o a Casandra si una mujer no basta para contestar estas setenta preguntas?



¿Por qué no nací príncipe? ¿Será porque no me diste un beso? ¿Por qué cuando me viste por ahí no me rescataste y me hiciste mochila de tu espalda? ¿Por qué cuando te tenía lejos me atrevía a todo y cuando me sonreías en la punta de mi nariz me convertías en piedra? ¿Por qué me agarraste de improviso con los besos sedentarios? ¿Por qué no estrellé mis labios en tu cuello y fui espuma? ¿Por qué no te dejo pasar y me dejo pasar a mi también y así jamás regrese a verme otra vez? ¿Por qué no haces lo que te dé la gana con las ganas que te tengo? ¿Por qué no me quitas la paz y me envistes, kamikaze de mi vida? ¿Por qué no me dejas en ruinas donde ninguna otra mujer encuentre sombra? 



¿Por qué me cuesta trabajo olvidarte? ¿Será porqué trabajas conmigo?



¿Por qué brillas por tu ausencia? ¿Será porque dejaste toda tu escarcha en mi cama? ¿Por qué no primaveras mi verano? ¿Será porque me otoño y adelanto mi invierno? ¿Por qué no te repites en mi rutina? ¿Por qué no te contraes y te expandes para derramarme en el bajo relieve que dejas por donde pisas? ¿Por qué yo creía que me la estaba comiendo contigo, a ti que te han comido tanto? ¿Por qué soy una bolita más en el bombo intranquilo de tus caprichos? ¿Por qué cuando me estrellé contra ti sólo encontraron a una sobreviviente?



¿Por qué tu silencio me deja oír el negro desparramándose por la concha de los cambures?



¿Por qué Falopio y Eustaquio no pusieron una trompa como la que tú me pusiste cuando me mandaste al carajo? ¿Por qué te fuiste a vivir a Estados Unidos si ai can tol guachinton tu? ¿Por qué mi hada madrina me hizo madera y me pintó de verde? ¿Será para que te sentaras sobre mis costillas y le dieras de comer a las palomas? ¿Por qué cuando te regalé aquel chocolate fui yo el que se derritió en tu boca? ¿Por qué me olvido de recordarme que tengo que olvidarte? ¿Será porque tu recuerdo me suplica que te recuerde recordándome que no te olvide? ¿Por qué otra vez estás apareándote con otro de tu misma especie? ¿Será porque soy yo el que está en vías de extinción?



¿Por qué ahora sí duermo? ¿Será porque ya no me sueñas?



¿Por qué si estás a cuatro horas de distancia oigo el olor de tu Izzey Miyake copulando con tus feromonas? ¿Por qué ahora que ya no tengo esos oldpares encima, siento el peso del imbécil ese que tienes encima? ¿Por qué si supuestamente ya no te extraño, ya me estoy inventando unas ganas que no tengo con otra que nunca vino en un sitio que no fue para verte otra vez aunque no seas tú? ¿Por qué no hay inquisición justo ahora que tanto hechizas a los hombres? ¿Por qué de tu almohada no salen dragones que te quemen el pasado y de tu lavamanos tiburones que se traguen tu futuro? ¿Por qué al enamorarte de mí ya tu esposo te había enamorado? ¿Por qué si tengo una fila de mujeres ya desnudas tocándome la puerta, tengo las manos ocupadas amasando tu maldito recuerdo?



¿Por qué no me miras aunque sea de perfil?



¿Por qué no me sacudes la vida que yo limpio después? ¿Por qué no puedo quedarme un minuto con la mente totalmente en blanco, como el blanco de encajes de tu magnífica pantaleta? ¿Por qué en vez de escribir una carta de amor no escribí una canción infantil? ¿Será porque la incertidumbre de tus muslos no me dejó? ¿ Por qué cuando me salió al paso tu carita angelical caí de bruces en el cielo? ¿Por qué cuando me abrasaste me abrasaste como el agua, que nada abrasa como el agua aunque no tenga brazos? ¿Por qué si ya no me quieres me quieres mucho aunque mucho no sea suficiente para quererme demasiado? ¿Por qué no te abres y me dejas y me sudas y me muerdes y te cierras y me matas de asfixia?



¿Por qué te regalé la canción de la radio si ahora te extraño en estéreo?



¿Por qué estoy comiendo solo si esta mesa es para cuatro? ¿Por qué me importa tanto que comas con tu amigo si es tu amigo? ¿Por qué alguien dijo que la amistad entre un hombre y una mujer es imposible? ¿Por qué coño le creo? ¿Por qué no me muero y reencarno en el peor de tus hijos? ¿Por qué no termino, dejo de torturarme y dejo de preguntar? ¿Por qué tu contestadora no me responde estas preguntas? ¿Por qué no pregunto otra vaina que no sea contigo? ¿Por qué no me puedo comer una Oreo sin antes abrirla? ¿Por qué las pestañas cuando se besan también cierran los ojos? ¿Por qué al borracho de la esquina y a mi nos recogieron con la misma cucharita? ¿Será porque fui demasiado dulce contigo?



¿Por qué compré este celular extraplano, con pantalla de retina, con 32 gigas y cámara de 12 pixeles si esperando que suene se me pasa la vida? ¿Será porque tú eras la vida de mi teléfono y por eso vivía sonando? ¿Por qué ahora suenas ocupada y yo estoy desconectado? ¿Será porque estoy fuera del área de cobertura de tus brazos? 



¿Por qué termino si todavía no pregunto lo que puedas responderme?



¿Por qué no me atrevo a despedirme?



¿Por qué escribí esta carta?



 



 



Publicado el 28/02/2013
Juan Carlos De La Vega
Juan Carlos De La Vega
Caracas Venezuela
Soy músico aunque insistan en mandarme con mi música a otra parte; soy poeta a pesar de que nadie ha querido publicar un libro con mis poemas; soy loco o mejor dicho, me hago el loco para poder mantenerme cuerdo. Soy publicista aunque mi falta de fe en mí mismo no me permita vender lo mejor de mi. Y a pesar de que algunos se empeñen en dejarnos sin país, por sobre todas las cosas, soy más venezolano que nunca.