Luis Bond. Reflexiones de un miembro del comité de lectura


Luis (Bond) Álvarez
Comunicador social y profesor universitario
Lector del Concurso cartas de amor

 Mi experiencia como lector del concurso Cartas de amor fue única, un trabajo arduo, que exige mucha disciplina, pero que llena de satisfacciones. Durante varias semanas estuve leyendo cientos de cartas con historias de todo tipo. Amores perdidos y encontrados, amor a la familia, al trabajo, a las mascotas, a lugares, a cosas que amamos sin darnos cuenta… muchas formas de sentir e infinitas maneras de expresarlo. Seleccionar apenas un puñado entre las cientos de cartas que leí fue toda una odisea: había epístolas con muchísimo sentimiento, otras escritas con una prosa que embriagaba, algunas tenían un espíritu único, un “no sé qué” que te tocaba profundamente desde la primera línea, muchas narraban experiencias de vida muy duras, varias resonaban en mi corazón con momentos vividos, unas podían conmoverte hasta el punto de erizar tu piel y emocionarte como si de una película se tratara. El proceso de selección fue complicado: nuestro grupo de lectura se reunía todas las semanas y cada lector compartía lo mejor que había conseguido. Fueron tardes muy amenas, con mucho sentimiento y, sobre todo, muy difíciles: habían demasiadas historias contadas y apenas un ápice vería la luz. Entre más se acercaba la fecha de entrega, mayor era minuciosidad con la que se revisábamos nuestra selección. Es complejo ser objetivo en un concurso  donde la subjetividad lo es todo. Había cartas muy bien escritas, pero que no eran melodiosas al ser leídas, otras de experiencias tan reales y fuertes que la emoción nublaba la razón y su escritura era enrevesada, muchas tenían un espíritu único pero un cuerpo que no las favorecía. En lo personal, buscaba esa delgada línea entre la madurez de un sentimiento vivido, la calma a la hora de plasmarlo y ese destello que se genera al hablar de una emoción que nos marcó con tal fuerza que pareciera todavía ardiendo en brasas dentro de nosotros. Participar como lector en el Concurso cartas de amor me enseñó que todos pasamos por muchos momentos parecidos en nuestra vida, que compartimos los mismos miedos, ilusiones, temores y dolores. Lo que sentimos puede llegar a ser tan intenso que es imposible de cuantificar o explicar en palabras, pero la visión personal de cada experiencia nos arroja una luz diferente de algo tan misterioso y universal como lo es el amor. Estoy honrado de haber experimentado una montaña rusa de emociones en tantas  líneas y haber conocido cientos de historias en mis semanas como lector. Espero que la selección final resuene en el público tanto como en nosotros y que puedan perderse en el  torbellino de emociones que cada carta guarda entre sus líneas.


Publicado el 03/04/2013
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