A tu ausencia.

Receptor/destinatario: Ernesto Palacios. Remitente:   Hermenegilda Blanco.   Ernesto, mi amor. Hoy siento tu ausencia, miro hacia la ventana de tu casa y permanece cerrada. Me reconforta que estemos conscientes de que nuestro amor era imposible, por mi condición de mujer … Continuado

Delirium de amor por ti

En algun lugar del mundo, a la segunda mitad del siglo XX   Para ARELIS, añoranza de mi juventud. Con estas palabras quiero expresar mi mas hermoso y grato sentir hacia Ti. Desde lo mas profundo de mi ser te … Continuado

Carta a mi padre desesperado.

Mérida, 10 de febrero, 2015.   A mi padre desesperado. – La soledad se asoma cada tanto a revisar si sigo durmiendo, como cuando era pequeña y traviesa y necesitabas asegurarte de que estaba en casa. Cuando viajo, a veces … Continuado

La antítesis de tus palabras

Quizá si te causara igual conmoción escucharme alegre, con fuerza como para cargar con el mundo, risueña… quizá ni siquiera se te ocurriría pensar que «es dañino» estar contigo. No te conmocionara escucharme llorar, porque la intensidad del llanto no … Continuado

Ironia

Para: Belimar Suarez Que irónico es que hoy, después de tanto tiempo, me atreva a escribirte, a ti, a quien siempre busque evitar, para no contemplar, para evitar que mi mente fuese esclava de tu ser, para evitar que mi … Continuado

A ti, quien me dio la vida, y ahora es mi vida.

A ti, que decidiste un día, traer a alguien al mundo, decidiste hacer el acto mas grande, llamado amor. Dispuesta a aceptar todo, lo bueno, lo malo, lo peor y lo maravilloso. A ti que decidiste cambiar por completo y … Continuado

Carta de un hijo en Berlín

Berlín, 16 de febrero.   Estimados padres,   Cuento ya cuatro años desde que pusimos al Atlántico entre nosotros. La verdad es que yo lo puse, porque escogí irme, mientras ustedes se decidían en aceptarlo y verlo como un triunfo. … Continuado

Mi Querida Distancia

Hola. Hoy te escribo por qué eras quien me separaba de amar, reír y de ser feliz. Tú eras el único motivo que me hace llorar por las noches,  quien no me dejaba dormir acompañada, ni me permitía tener a … Continuado

Nuestro encuentro

Te observo fijamente a los ojos y parece que nos hablamos sin decir ni una palabra. Como las olas del mar acaricias mi orilla. Te beso, es inevitable besar esos labios, casi gemelos a los míos, se acoplan como si hubiesen nacido juntos. … Continuado

Mi Venezuela

Inevitable no hablar de lo que pasa en mi país, inevitable no hablar de algo que te duele todos los días, porque aunque trates de olvidarlo, de no hablar de ello, ese «olvido» no durara para siempre, no se puede, … Continuado