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Tarantín de besos


En Caracas, a los tantos días del mes de febrero

del año en que te besaré por primera vez.

Compañía: (La tuya a mi lado)

Att. Celia María.

Dpto. de Recursos (más) Humanos (contigo).

 

Querida Celia M.:

Me dirijo a ti para informarte que abrí una tienda, bueno, más que una tienda-tienda, es un quiosco, quizás más bien, un tarantín. Pero un tarantín de besos. Con besos a la medida. Besos a estrenar, donde puedes incluso traerme tus besos usados para recibírtelos al mejor precio del mercado y que salgas radiante y feliz con un beso nuevo. Tenemos también besos importados y nacionales.

¡Hasta te remiendo los besos rotos!

Tenemos besos en consignación. Grandes ofertas en reconciliaciones y despedidas. Besos legales o clandestinos. Inocentes pero no pendejos. Un estante con besos casi regalados como piquitos y una caja fuerte con besos casi impagables como los que se dan en el alma. Hay también besos sensuales y eróticos y una discreta pero selectiva exhibición en trastienda de besos porno que prefiero no mencionar. Incluso, si te quieres llevar puesto el beso que compres, te lo pongo donde más quieras, siendo especialista en nuca, boca, palma de la mano y sobre todo, en esos pies tan bellos con los que te sostienes mientras esperas el ascensor.

Eso sí, llevas dos y pagas dos, porque tampoco regalamos besos, porque un beso gratis es como manejar bicicleta con las rueditas a los lados o cantar doblando una pista. Cuando vengas, no te olvides de preguntarme discretamente por los besos robados. Recuperamos besos perdidos. No vendemos el beso de Judas porque ya hace rato que se vendió ni tampoco besos esquimales en época de catarros. Y mientras decides qué comprar, cómete, por la casa, un besito de coco o un suspiro con guarapo de esperanza y por si fuera poco con la compra de cada beso, te regalamos una bolsita surtida de notas, pajaritos y estrellitas.

Te prometo que tendrás toda una vida para pagarlos. Se aceptan devoluciones. Entrega a domicilio.

Dirección: Tarantín Bésame Mucho, Avenida Oxitocina con calle Adrenalina, Edificio Rodin, PB (Primer Beso).

Un beso.

Juan Carlos De La Vega.

P.D.: Y como me muero por darte un VERSO en la boca, aquí te lo dejo:

 

Ya con tantas arrugas

siempre son viejos los labios

por eso sin duda alguna

si son viejos, son sabios.

¿Será por eso que al besar

las arrugas de tus labios

saben mucho los besos

así como saben los sabios?

No sé, yo tengo mis dudas

que sean viejos tus labios

y que por unas arrugas

sepan como los sabios.

Yo sólo sé que tus besos

en las arrugas de mis labios

saben más por divinos

que por viejos y por sabios.

 

Publicado el 28/02/2012
Juán Carlos de la Vega
Publicista, músico, poeta y loco. Loco por las mujeres, tanto, que le pido a Diosito rencarnar en un cuerpo como el de Sofía Vergara y confesarme lesbiana irremisible desde que tenga uso de razón.