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Abuelo, te fuiste a Pénjamo:


Esa noche cuando papá llamó, y me dijo que te habías ido lloré, una vez más lloré, no entiendo cómo con tanto amor que sentimos por ti te nos fuiste tan rápido, solo decidiste y en tres meses ya tu ropa se habría marchado, tus zapatos no estarían y tu presencia desaparecería del plano en el que ahora estamos.

Mamina (mi abuela) dice que era tu princesa, y aunque yo nunca te lo dije, tú eres mi Rey, y no es por nada, fuiste uno de los mejores del universo, no solo porque fueras a visitarme durante mis primeros meses de nacida todos los días después de trabajar, ni porque intentaras enseñarme matemáticas en 3er grado, tampoco por preguntarme cuántas caries habría eliminado mientras trabajaba.

Fuiste y serás el mejor porque desde el día que llegué a tu vida fui las luz de tus ojos, me quisistes siempre sin yo nisiquiera  hablar, porque en cada momento importante tenías la palabra apropiada, porque siempre sentía tu corazón latir por mis logros así fueran mínimos, porque creíste en mi siempre y esa fe hace que las personas tengan más fuerzas de seguir luchando por lo que desean.

Fue lo más triste y duro que he vivido, el verte ir, ver como tus piernas perdieron fuerza, como tu espalda perdió firmeza, como tus ojos perdieron la luz , pero lo más fuerte es el ya no verte.

Dicen que la ausencia no hace al olvido, y eso es totalmente cierto, porque cuando el corazón, ama la mente no hace de las suyas ni es capaz de dejar atrás eso tan querido.

Hoy agradezco con intenso dolor que tú me hayas demostrado con tu ausencia qué significa haber amado con el corazón. Abuelo, yo te amé profundamente, te lo prometo.  Creo que te seguiré amando hasta que vaya al lugar en donde estas tu ahora que de seguro es el cielo.

Según muchos, madre sólo hay una , pero para mí, abuelo como tú también hay solo uno.  Los padres son ejemplo en muchos sentidos, pero los abuelos... los abuelos son ejemplos de ternura, de consentimiento, de alcahuetería, también son personas que en muchos casos infunden respeto, por ser los mayores de las familias, sin embargo provoca abrazarlos lentamente porque siempre son suaves, adorables y de menor estatura. En fin, como dice mi novio los abuelos son una alegría.

Nos hiciste muy felices abuelo, aunque a veces tus caricias eran un golpecito, y no decías muchos te quiero, por tu educación super reservada como típico andino, nosotros sabemos que así fue, tus acciones hicieron bastante más que las palabras. Por ti tuve muchísimas demostraciones de cariño, tanto fuera como dentro de casa, por eso cuando te fuiste llegaron muchas personas que te recordaban con gran aprecio.  El día de tu muerte entendí que no solo habías sido lo máximo como abuelo y padre, sino también como jefe, como compañero de trabajo, como amigo, haciéndose verdadera mi hipótesis de que fuiste un ejemplar y bello ser humano.

Hoy después de dos meses de haberte ido, me duele ir a tu casa y sentir ese vacío, ese silencio pacífico que dejaste, desearía poder darte un solo abrazo y un solo beso, pero me tengo que conformar con cantar repetidas veces los versos de la canción que siempre cantaste y con la cual hoy titulo la carta de amor que te dedico...-" Ya vamos llegando a Pénjamo.  Ya brillan allá sus cúpulas..."

Ojalá pudiera verte en mis sueños, y me dijeras si por fin  habrás llegado a Pénjamo abuelo.

Nunca te olvido, tu princesa. Isnar

Publicado el 21/02/2012