Caracas, 6 de febrero, 2004
Mi amor, que frío este recurso, práctico pero limitado cuando lo que quisiera es cobijarme a tu lado.
Ojalá las letras dibujadas en este papel, cobraran vida y danzaran en un mar de caricias para acompañarte.
Ojalá tuvieran música mis palabras para acunar tu soledad.
Me siento tan cerca de ti en estos repetidos domingos que se han ido acumulando en mi piel abriendo desiertos… sin embargo sé que algún momento de este tiempo lento, habrá de aparecer ese oasis que son tus brazos para mí, y lograremos acallar esta sed con este manantial de amor que nos devuelve a la vida.
Quiero tocarte desde esta geografía para apaciguar tus dudas, calmar si es posible tus tristezas, como tu también has logrado minimizar mi dolor.
Hace mucha y poco que nos conocemos, pero siento en lo mas profundo de mis certeza, que sabes, te entiendo, te intuyo algo.
Úsame… háblame, cuando no puedas con el peso, que también para eso estoy a tu lado.
Usa mi corazón, así como mi ilusión para enfrentar los grises y acercarte a la luz que me ilumina, desde que me hicistes ver como persona.
Descubriendo con valor a Helena y aventurándote en estos enredos… con tanto amor como para remover tantas cenizas.
Te quiero, pero mas allá de eso, te amo en este alfabeto preso de este paso difícil que significa tratar de ser principio en ti.
Atrapada en el pesado movimiento de tus pestañas hipnotizadas, se borran las imágenes en cada parpadeo, para caer de nuevo.
Delego en esta pluma el calor de mi boca, Brinco por los sueños que aun me permiten flotar en el menú de tu cuerpo abierto, sazonando, descubierto, cocinera al fin, eres mi plato principal.
Las burbujas chorrean por mi cuello, río de diminutas perlas que nos hacen cómplices en una sensualidad sin fin…
Leo en tus ojos, la enciclopedia que me completa, la novela que seduce y las miles de páginas que sugiere tu mirada apasionada.
Soy tu página en blanco esperando siempre tus palabras, que en estos días grises, son un rayo de luz…
Hoy mi fuerza mi nueva puesta a prueba, se levanta en medio de tantas sacudidas… todo está en disgregación así como todo está encontrando nuevas órdenes… espero me desordenes, espero tu aliento como aire… no sabes cuanto lo ansío ya lo verás.. no es gris mi abrazo ni lejano, es absolutamente tuyo.