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2008 Finalista


Tengo que sincerarme contigo: de verdad que no te soporto. Es cierto, quizás ahora te parezca que soy bien hipócrita por haberte incluido en mi circulo de amigos y salirte con esta sentencia bien incómoda. No creas, para mi también es duro hacer esta confesión  y peor, estar en plena  conciencia de ello. Eres tan insoportable que no podía evitar escribirte y además tener el valor de decírtelo, al menos en papel.

Seguro te preguntas que fue lo que hiciste para merecer ese “des” calificativo, luego de compartir almuerzos, horas de trabajo y estudio, rumbas, playazos los fines y hasta películas  del año de la pera. Nunca te demostré alguna actitud que se tradujera en una incomodidad hacia tu persona;  ni siquiera cuando, entre bromas, me decías que si ya era hora de tomar un baño por tu olor, o de si me parecía que la rubia estaba “bien buena” o que cuándo íbamos a tener una noche de copas. Ningún comentario que hicieras a algún jueguito conmigo me producía la más minima  suspicacia.

Entonces ¿qué co… fue lo que te picó bruja” dirás tú. Pues bueno, que el día en el que se alinearon los planetas, mercurio estaba en retrógrado y mi biorritmo estaba en el suelo, deje de soportarte. Te vi a la cara, fijamente a aquellos ojos más negros que las arepas que siempre se te quemaban; oí tu voz de locutor de “Radio Guasdualito” y tus bromas sarcásticas sobre la vida, la rutina y el amor; tomé de nuestro vaso cañero y tomé, o mejor dicho, me inyecte en las venas las ganas de soportarte  tan poco como lo hago con la conserje del edificio. Y sabes que a esa loca, nadie la aguanta .

Pero vamos al grano. No te soporto. No te soporto encontrarte todos los días con un torontíco para mí en el bolsillo, para desearme una buena jornada  y contarme lo que hiciste el día anterior; no soporto tus mails de cadena, ni tus comentarios burlescos en mis fotos de niña o tus mensajitos de texto atacones; no soporto que seas taaan regalado, y andes repartiendo besitos y amapuches a tus  colegas como si estuvieras regalando champú; no soporto que me llames para invitarme a salir para burlarnos de la última película en la que por enésima vez tumban la Estatua de la libertad, o a ver si nos levantamos algún. “riquiquito” al que le chuleemos los tragos. De verdad, 01 contigo

¡Sabes que más? Que no soporto tu risa, porque ahora cuando la oigo me descompone el cuerpo y me devuelve a la vida cuando nada me importa; que no soporto que me abraces o me acaricies  el cabello diciendo lo rico que huele porque me empiezan a sudar las manos y peor, porque ahora uso falda, me entacono aunque deba caminar cuadras y me perfumo para que reconozcas si huelo a jazmín o a  frutas. No soporto sonrojarme cuando me halagas, o cuando intentas presentarme a algún “lomito” al que le pueda jugar un quintico.

Sencillamente, ya lo mío contigo no es igual, Porque ya no soporto verte a los ojos sin agachar la mirada, ni hacerte comentarios sarcásticos o mandarte mensajitos atacones. No soporto ser parte de tu vida y a la vez no tener la importancia como para quedarme en ella. Aquel  día en el que se alinearon los planetas, me dijiste que te casabas, te mire a los ojos, bebí de tu copa y me di cuenta de que nada sería igual.

Así que la única razón por la que ya no te soporto es porque estoy intoxicada, contaminada de ti, de tus ojos y tu sonrisa, de tus abrazos y los torontos, de los besos que tan fervientemente deseé que se desviaran y las manos que a gritos quería se movieran en la dirección correcta.

No los quiero más, a nada de lo que compone tu humanidad. Tu sola presencia termina resultando la mas sarcástica historia de la que pude ser parte en algún momento. No es obra de Murphy ni de la Revolución, ni la culpa la tiene el calentamiento global o las agujas cósmicas.

Ni con su mejor sonrisa, la bruja te pudo hechizar. Otra se me adelantó. Solo espero que algún día  no vengas a mi y digas que la dejaste de soportar, porque no te lo perdonaría. Sería atentar contra nuestro pacto de “no agresión” para aquellas parejas que nos dieron la talla. Y la Miss parece darla. Por mí no te preocupes, esperaré una nueva alineación  planetaria para volver a mirarte a la cara. Eso sí, por ahora, de lejitos, porque no dudaré en estamparte  el beso que quisiera darte mientras escribo esto. Y créeme, si me besas, podrías ser tu el que deje de soportarme. Paz, amor y Ron …

La Bruja.

Publicado el 03/02/2008
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Caracas Venezuela
Yoi soy fran