Hola ¿dónde estas?
Porque ahora mismo estás en mi pensamiento y como tantos otros días, mi corazón se llena de nostalgia y también de esperanza cada vez que tu rostro está en mi memoria; pero ya han pasado 19 años y te parecerá insólito, pero aquí sigo, soy el mismo de siempre, sólo que con 19 años más en la cuenta. Cada vez que siento que el dinero no me alcanza, me acuerdo de ti, le digo a mis amigos lo que me enseñaste “Qué será más fácil encontrar una aguja en un pajar que un rico entre al reino de los cielos”. Les recuerdo a todos en casa éramos pobres, sólo porque lo decías en la Biblia.
La verdad es que me ha costado Dios y su santa ayuda salir del “pajero” en el que me he metido en todos estos años que no nos hemos visto. Por eso te escribo hoy, porque he tenido días extraños, de pronto estoy vacío con la certeza de tener frente a mí lo que he buscado; sabes bien que no es precisamente dinero, es ese algo que desde niño se instaló en mi pensamiento, en mí corazón, en mis entrañas, en mi piel, fue lo mismo que me separó de ti… Ahora creo que ya llegó, que esta frente a mí ¡decirlo parece tan sencillo!, ¿Qué habrás hecho tú, durante todo este tiempo?. Pero lo mas importante ahora que tengo la oportunidad de hacerte llegar estas líneas, es decirte “ Cuanto te quiero”, que llenaste mi vida de tanta belleza con aquel cuento de “ La aguja y la paja” que no me ha importado pasar 19 años buscándome, me regalaste mucho de lo se soy, nadie, nadie mas importante, culto e inteligente podrá enseñarme lo que tu me enseñaste; saber diferenciar entre “la aguja y la paja”, Eso me ha ayudado mucho, porque siempre he buscado en lo mas sencillo para encontrar lo mas hermoso en la gente, las cosas, las miradas y los pensamientos.
Así han pasado 19 años llenos de vivencias, de risas, de logros, por eso cada año que pasa me pregunto ¿Dónde estabas tú? ¿Qué pensaras de lo que he hecho?.
Ahora cuando te estoy escribiendo son tantas las historias que llegan a mi memoria de ti, por ejemplo cuando me contaste de tu primer amor, el que embarazó y terminaste casada con su hermano, me pareciste tan valiente, porque lo enfrentaste y venciste, ¡y no me vengas con el cuento que en ese momento no deseaste enterrarle la aguja al que terminó siendo tu cuñado y no tu marido!.
Finalmente fuiste feliz, por lo menos hasta ese día hace 19 años, ¡Dios mío! Tengo la oportunidad “única que vuelvas a saber de mí, que veas mi letra, que palpes mi alma, deseo que cada palabra cobre vida para que oigas mi corazón, quiero que sepas lo importante que has sido para mi, eres la esencia de mi vida, me regalaste mucho mas que amor, me diste ilusión, esperanza y un tema en que pensar “el de la aguja y el pajar”. Sé que si estuviéramos sentados frente al mar, no lo estarías disfrutando porque amabas la montaña, pero como cosa extraña ahora mismo estoy mirando hacia el mar y ha sido su brisa la que me ha hecho recordarte, una brisa tan liviana como era la vida cuando estabas cerca de mí; me siento protegido como cuando era niño, sabía que siempre estabas allí simplemente para abrazarme y para recordarme “que era mas fácil encontrar una aguja en un pajar, que un rico entre al reino de los cielos”.
Ahora la cosa se me complicó, porque no soy ni tan puro, ni tan pobre para optar fácilmente por el cielo, además estoy 19 años más viejo que la última vez que nos vimos. Yo sabía que ese era el último día, me despedí porque partía para alcanzar mi sueño, ese mismo que aún no he encontrado, me quede mirándote, tu simplemente estabas allí “ Bendición Maita” te dije, mientras mi corazón se derretía, porque yo lo sabía, lo sabía, no te volvería a ver y aún tuve el valor de venirme a Caracas, y aquí estoy, 19 años mas tarde tú en el cielo, yo en la misma paja, esa que te hizo sentir a ti viva, esa con la que cada día seguiré luchando; Gracias por todo, todo lo que me diste.
A mi querida Maita Josefa
Tu nieto
Teo
Porque ahora mismo estás en mi pensamiento y como tantos otros días, mi corazón se llena de nostalgia y también de esperanza cada vez que tu rostro está en mi memoria; pero ya han pasado 19 años y te parecerá insólito, pero aquí sigo, soy el mismo de siempre, sólo que con 19 años más en la cuenta. Cada vez que siento que el dinero no me alcanza, me acuerdo de ti, le digo a mis amigos lo que me enseñaste “Qué será más fácil encontrar una aguja en un pajar que un rico entre al reino de los cielos”. Les recuerdo a todos en casa éramos pobres, sólo porque lo decías en la Biblia.
La verdad es que me ha costado Dios y su santa ayuda salir del “pajero” en el que me he metido en todos estos años que no nos hemos visto. Por eso te escribo hoy, porque he tenido días extraños, de pronto estoy vacío con la certeza de tener frente a mí lo que he buscado; sabes bien que no es precisamente dinero, es ese algo que desde niño se instaló en mi pensamiento, en mí corazón, en mis entrañas, en mi piel, fue lo mismo que me separó de ti… Ahora creo que ya llegó, que esta frente a mí ¡decirlo parece tan sencillo!, ¿Qué habrás hecho tú, durante todo este tiempo?. Pero lo mas importante ahora que tengo la oportunidad de hacerte llegar estas líneas, es decirte “ Cuanto te quiero”, que llenaste mi vida de tanta belleza con aquel cuento de “ La aguja y la paja” que no me ha importado pasar 19 años buscándome, me regalaste mucho de lo se soy, nadie, nadie mas importante, culto e inteligente podrá enseñarme lo que tu me enseñaste; saber diferenciar entre “la aguja y la paja”, Eso me ha ayudado mucho, porque siempre he buscado en lo mas sencillo para encontrar lo mas hermoso en la gente, las cosas, las miradas y los pensamientos.
Así han pasado 19 años llenos de vivencias, de risas, de logros, por eso cada año que pasa me pregunto ¿Dónde estabas tú? ¿Qué pensaras de lo que he hecho?.
Ahora cuando te estoy escribiendo son tantas las historias que llegan a mi memoria de ti, por ejemplo cuando me contaste de tu primer amor, el que embarazó y terminaste casada con su hermano, me pareciste tan valiente, porque lo enfrentaste y venciste, ¡y no me vengas con el cuento que en ese momento no deseaste enterrarle la aguja al que terminó siendo tu cuñado y no tu marido!.
Finalmente fuiste feliz, por lo menos hasta ese día hace 19 años, ¡Dios mío! Tengo la oportunidad “única que vuelvas a saber de mí, que veas mi letra, que palpes mi alma, deseo que cada palabra cobre vida para que oigas mi corazón, quiero que sepas lo importante que has sido para mi, eres la esencia de mi vida, me regalaste mucho mas que amor, me diste ilusión, esperanza y un tema en que pensar “el de la aguja y el pajar”. Sé que si estuviéramos sentados frente al mar, no lo estarías disfrutando porque amabas la montaña, pero como cosa extraña ahora mismo estoy mirando hacia el mar y ha sido su brisa la que me ha hecho recordarte, una brisa tan liviana como era la vida cuando estabas cerca de mí; me siento protegido como cuando era niño, sabía que siempre estabas allí simplemente para abrazarme y para recordarme “que era mas fácil encontrar una aguja en un pajar, que un rico entre al reino de los cielos”.
Ahora la cosa se me complicó, porque no soy ni tan puro, ni tan pobre para optar fácilmente por el cielo, además estoy 19 años más viejo que la última vez que nos vimos. Yo sabía que ese era el último día, me despedí porque partía para alcanzar mi sueño, ese mismo que aún no he encontrado, me quede mirándote, tu simplemente estabas allí “ Bendición Maita” te dije, mientras mi corazón se derretía, porque yo lo sabía, lo sabía, no te volvería a ver y aún tuve el valor de venirme a Caracas, y aquí estoy, 19 años mas tarde tú en el cielo, yo en la misma paja, esa que te hizo sentir a ti viva, esa con la que cada día seguiré luchando; Gracias por todo, todo lo que me diste.
A mi querida Maita Josefa
Tu nieto
Teo
Publicado el 07/02/2008
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Soy Teo, gocho, sencillo y autodidacta, hombre de televisión por 20 años, me conocen como “el workaholic”, pero si duermo y mucho, veo pelis muchas y en mi cama. Un día decidí contar mis fantasías, inventos y nació una nueva pasión; Escribir, y por eso estoy aquí. Ya casi termino mi primer libro y que mejor oportunidad para reforzar mi meta, que este concurso, gracias Dios mío!